El colágeno es una proteína que se compone en fibras, es segregada por las células del tejido conjuntivo llamadas fibroblastos. Esta proteína, esta formada por aminoácidos.
Forma parte de los tejidos conectivos y concretamente da firmeza a la piel, por lo que el colágeno es vital en la elasticidad de la misma.
¿Cuándo y cómo empezamos a perder colágeno en la piel?
A partir de los 25 años, el organismo disminuye la producción de colágeno, a partir de los 40 años la disminución es mucho mayor, según dicen puede disminuir hasta un 1% por año después de los 40 años. A los 70 años la perdida es de aproximadamente el 30%
¿Como podemos estimular la producción de colágeno?
Para evitar su destrucción hay que evitar la formación de radicales libres, empleando por ejemplo antioxidantes.
Un aporte de nutrientes suficientes para que el organismo tenga la sustancia necesaria para “fabricarlo”.
Los suplementos a nivel oral nos pueden ayudar ya que son fuente directa de aminoácidos.
Para activar la piel. Inductores de Colágeno empleados en Medicina Estética
Para potenciar la inducción de colágeno se puede hacer mediante la estimulación química y/o mecánica.
–Hidroxiapatita de calcio (mineral biocompatible)
-Caprolactona (biopolímeros compuesto de lactona)
–Ácido poliláctico (biopilímero )
–Hilos PDO (hilos de polidioxanona)
–Ácido hialurónico (polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos)
–Mesoterapia ( minerales, aminoácidos…)
-Láseres. La energía que se traduce en calor en las capas medias de la piel ayudando a la regeneración de las fibras de colágeno
-Radiofrecuencia. Técnica basada en las radiaciones electromagnéticas, actúa a un nivel más profundo de la dermis, provocando un calentamiento y mejorando la activación celular de producción de colágeno.
Mecanismo de acción.
Los primeros 15 días los inductores de colágeno tienen un efecto “rellenador” es a partir de los 21 días hasta los 6 meses cuando se produce la inducción efectiva del colágeno y, veremos el resultado final del tratamiento. Obteniendo un ovalo facial definido y rejuvenecido, con un aporte de firmeza y elasticidad de la piel gracias a la estimulación del fibroblasto que, además favorece la producción de ácido hialurónico, recambio metabólico y redensifica la dermis.