En plena evolución y giro de las Especialidades Médicas, donde cada descubrimiento o logro respaldado por una tecnología en biociencias que no deja de avanzar, es casi comunicado y compartido en tiempo real por las redes sociales, la Especialidad Estética no se iba a quedar rezagada. De hecho y por su vinculación comercial quizás sea de las más en vanguardia en ese sentido.
Si bien en los últimos años hemos conseguido prestigiar cada elemento de nuestro trabajo desde dentro, aumentando el rigor científico, dando la necesaria importancia al conocimiento exhaustivo de la Anatomía y productos, y convirtiendo en Ciencia cada tratamiento, de nuevo podemos caer en errores del pasado.
La población masculina que apenas se acercaba a nuestras clínicas o se interesaban por nuestras opciones de tratamiento hace tan solo 10 años (menos de un 5%), y que desde hace 5 comenzaron a verse cada vez más en nuestros centros, con el capilar como punta de lanza, son ahora el nuevo “filón” con porcentajes de casi el 30% sobre mujeres en los tratamientos en muchos lugares de nuestra geografía. Esto demanda una súper especialización, vinculada a las especiales exigencias en cuanto a su imagen, y a las peculiaridades del canon de belleza del hombre maduro.
Y llegados a este punto, me doy cuenta de que quizás no estemos aun “preparados” para poder ofrecer alternativas fiables y protocolos individualizados a los chicos. Me explico; Participar en las últimas reuniones científicas de 2017 y 2018 (SEME, ASMEGA, AMECLM, IMCAS…etc.), e interesarme por los tratamientos masculinos en charlas y ponencias, me han hecho descubrir decepcionado, planteamientos poco originales, ahondando en las generalidades de las diferencias anatómicas de los sexos; en resumen: la visión de la mujer curva y ovalada y la del varón recta y angulosa…
Ninguna noticia de que productos de los existentes, por su reología, características o funcionalidad pueden ser mejores para la piel del varón, menos aun de tratamientos específicos (exceptuando el intento de AH para hombres de NEAUVIA, empresa Polaca presentado sin demasiado éxito hace ya dos SEMES) o protocolos de tratamientos de nueva creación.
Analizando ejemplos como el rostro de líneas angulosas de Esther Cañadas en los 90 o de Angelina Jolie años después, que han creado estilos (labios mención aparte…), nos damos cuenta que hay facciones femeninas en las que la angulación mandibular o el cigomático afilado son líneas deseadas de belleza femenina más que válidas, así como el rostro ovalado o redondo de George Clooney , Leonardo DiCaprio o el “lobo” Taylor Lautner (antes de perfilarse quirúrgicamente), han sido en su forma guapos oficiales durante décadas.
La visión al tiempo Holística, Científica y porque no decirlo Artística del paciente en Medicina Estética, nos obliga a una actualización conjunta (Facultativos e Industria) en nuestra forma de individualizar e implementar nuevas soluciones terapéuticas específicas, quizás con marcas y productos ya conocidos, puesto que la demanda de tratamientos para el hombre no ha hecho más que comenzar. La senda emprendida por compañeros como el Dr. Sergio Fernández en Madrid (con protocolos de uso con hidroxi apatita), Dr. Juan Miguel Pérez en Levante (faciales combinados), Dr. Carlos Jarne en Barcelona (utilizando skinboosters) o nuestros prometedores protocolos combinando Soft Tox/Neuromoduladores + Hialurónicos de alta G’, creo que pueden ser líneas válidas de presente y medio plazo para ofrecer garantías de resultados con mínimas complicaciones, y sentar las bases de consensos más amplios y completos.
Aquel slogan comercial tan recordado: “Lo mejor para el Hombre” es ya nuestra responsabilidad. En nuestra mano está aprovechar este momento para seguir posicionando la Medicina Estética Española en el lugar que ya debería de corresponderle a nivel Europeo y Mundial.
Artículo publicado por la revista EME ( Expertos en Medicina Estética) 2018
Dr. Daniel del Río Escola
Director Médico Clínicas MED