Pómulos

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La pérdida de volúmenes en el tercio medio facial, condiciona de una forma definitiva la posición de los volúmenes y estructuras tanto de esa zona como del tercio inferior, por ello El aumento de pómulos es una de las prácticas más habituales y demandadas en los tratamientos de Medicina Estética facial.

Habitualmente se busca potenciar la línea demarcada por el hueso cigomático, y los paquetes grasos de esa región, pudiendo personalizar según las necesidades anatómicas el tipo de resultado que queremos obtener; desde un pómulo más avellanado o curvo en una mujer con óvalo facial redondeado, hasta unas líneas malares más “agresivas” o angulosas cuando se trata de un tratamiento para un hombre.


¿Cómo es la técnica de inyección?
Habitualmente se rellenan con fillers de la familia de los Ácidos Hialurónicos, con una Plasticidad alta, para poder tener buen efecto de sustentación o lifting, pero a la vez poder ser lo suficientemente elásticos como para adaptarse a la forma y anatomía del paciente. Se puede realizar con Cánula flexible o aguja, bajo anestesia local o regional, con mínima molestia y casi nula inflamación, en un procedimiento que dura unos 15-20 minutos.


 ¿Cómo es el post de un relleno de pómulos?
Suele aparecer cierta sensación de tensión, no dolorosa en la zona de inyección, y se recomienda un masaje suave los tres días posteriores a la inyección de la zona con cremas hidratantes con base de Árnica o Vit K, pues los pequeños hematomas, de aparecer que no es habitual, suelen hacerlo a las 36-48h.
Efectos secundarios y durabilidad del tratamiento.

Suele ser una técnica que apenas produce molestias o eventos secundarios negativos. No hay migración del producto ni se deforma. Suele ser necesario un retoque a los 21-18 días por las mínimas asimetrías que suele acontecer de base en los huesos cigomáticos y grasa de la zona. Por el tipo de hialurónico, con una G’ alta, suele tener una durabilidad media de 12 meses, pero es habitual que sea estable incluso más tiempo.